La vitamina D se caracteriza por ayudar al cuerpo a absorber el calcio y con ello formar de manera normal los huesos, al no tener suficiente calcio la producción ósea puede ser deficiente y provocar enfermedades como osteomalacia u osteoporosis en adultos o raquitismo en niños. 

Esta vitamina se adquiere en pescados grasos, como el salmón, la trucha, el atún y el fletán, que brindan mayores cantidades de vitamina D, o alimentos fortificados, como la leche y el yogurt, comida que no es de fácil acceso para niños en comunidades alejadas. 

El caso de Brandon, un niño de 2 años y medio de edad, es un ejemplo de carencia de vitamina D, que lamentablemente lo llevó a tener raquitismo, provocando que sus rodillas no crecieran de forma normal. 

El pequeño es el menor de cinco hermanos, vive junto a su familia en la comunidad de Ceballos, Durango, donde viven alrededor de 1100 personas. Demoran 2 horas al trasladarse y acudir a Gómez Palacio para recibir atención médica. 

“Cuando empezó a caminar se caía, y conforme fue creciendo, notamos que se le fueron torciendo las piernas, apenas corre un tramo y se cae, constantemente se hace heridas en las rodillas”, nos comentó la señora Rebeca, madre de Brandon. 

“Es una enfermedad que se ve poco en el área urbana pero que se presenta en algunos casos en los pueblos alejados, provoca que los huesos no se calcifiquen y al hacer eso no tienen la dureza adecuada y comienzan a deformarse”, aseguró el Doctor Samuel Martínez Rosales, Especialista en Traumatología y Ortopedia, mismo que atendió al niño. 

Lo primero que buscó el Doctor Martínez Rosales fue aumentar los niveles de vitamina D, para después operar y corregir la deformidad, logrando de esa manera, alinear sus piernas y ayudándolo a caminar de manera normal, cosa que hasta antes de la operación no podía hacer.

“En la cirugía hubo un punto medular, en las rodillas pasa una parte muy importante, que es el nervio peroneo, que si se llega a lastimar, su pie quedaría caído y no podría levantar el pie. La cirugía duró alrededor de 3 horas”, dijo el Dr. Martínez Rosales.

Brandon está en recuperación y va progresando de manera satisfactoria, incluso ya puede jugar con la pelota de fútbol. 

“El Doctor Samuel nos acercó al niño, él es un gran médico, un excelente ser humano con un gran corazón, que se muestra justamente en esto, nos comentó el caso y nosotros nos sumamos con todo el gusto para darle al pequeño y a su familia una nueva oportunidad”, comentó el Licenciado Juan Ávalos, integrante del Consejo de Administración de San José Sanatorio.  

El Doctor Martínez también mencionó que todos podemos aportar un granito de arena, acudiendo a organizaciones o fundaciones que recaudan fondos para atender a este tipo de niños, además invitó a que busquemos dar una oportunidad a los pequeños que lo necesitan.  

“Nuestra educación y nuestros valores son los mismos desde hace casi 35 años y entre ellos por supuesto que está la solidaridad, eso nos lo inculcaron nuestros padres, el Doctor Santiago Ávalos Rodrgíuez y la Señora Sofía Méndez Reyes, que siempre han sido personas muy cálidas”, mencionó el Lic. Ávalos Méndez.